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Abog. Roger López En este Post se expresa el extraordinario aporte del Dr. Angulo Fontivero en lo referente al Dolo Eventual |
La Sala Penal del Tribunal Supremo de Justicia, en ponencia
de su presidente el magistrado Moreno Pérez, produjo el 04 de mayo del presente año una interesante sentencia en la cual casó un fallo dictado el 5 de marzo de
2014 por la Sala Tercera de la Corte de Apelaciones del Circuito Judicial Penal
del Estado Zulia, que confirmó el fallo emitido el 28 de noviembre de 2013 por
el Tribunal Tercero de Primera Instancia (Juicio) del Zulia, que declaró a un
conductor culpable de homicidio culposo y lesiones culposas, condenándolo a
ocho años de prisión. Intentó la casación -y ganó- la Fiscal Octava del
Ministerio Público de la Circunscripción Judicial del Estado Zulia, Francis
Victoria Villalobos de Aparicio. La Sala Penal consideró indebidamente aplicado
el tipo culposo a tales delitos porque la Sala, con notable acierto, los
juzgó enmarcados en el tipo de homicidio intencional.
La mencionada sentencia, bien trabajada, de la Sala Penal, es muy conveniente porque implica la reasunción del instituto -de rancia solera- del dolo eventual: nunca se había aplicado en Venezuela -salvo demostración en contrario- hasta el 21 de diciembre de 2000, cuando La Sala Penal del Tribunal Supremo de Justicia lo hizo en la sentencia N 1.703, con ponencia del Dr. Angulo Fontiveros; pero nueve años más tarde la Sala Penal, con otros magistrados y con ponencia del magistrado Héctor Coronado, dictó el fallo del 29-10-09 y desconoció el dolo eventual por "inexistente" en el Código Penal": así también desconoció el dolo en general (puesto que el eventual lo integra) que es "la parte más delicada de cuantas el Derecho penal trata", según el ubérrimo sabio Jiménez de Asúa: el dolo y la culpa son las especies de la culpabilidad. Así que fue supremo el mérito de la Sala Constitucional, en ponencia del magistrado Francisco Carrasquero, cuando el 12-4-11 anuló ese perfectamente absurdo fallo del 29-10-09 de la Sala Penal y resucitó el dolo eventual en Venezuela.
Empero, pese al notable acierto de su sentencia anulatoria,
la Sala Constitucional no graduó la pena y por consiguiente no indicó
atenuación alguna al dolo eventual. Me parece que los magistrados (y en
especial el ponente) pensaron -con motivo bastante- que habrían de ser los
jueces penales de instancia quienes deberían ajustar o aquilatar el demérito de
quienes perpetraren los delitos susceptibles de que se les juzgare a título de
dolo eventual; pero no ha sido así y desde entonces los jueces en mención se
limitan a aplicar esa justiciera sentencia con fuerza vinculante, mas no se
adentran en la ciertamente ardua tarea de dosificar la pena: la consecuencia es
que hay excesos al juzgar el dolo eventual porque desde el 12-4-11, cuando la
Sala Constitucional anuló el fallo de la Penal, fijan la misma pena (12 a 18
años) a quien mata con intención directa y a quien mata sin ella (dolo
eventual), lo cual es sumamente injusto. Y por ejemplo en casos penales del
tránsito y dolo eventual, no conceden libertad porque la pena es alta y no lo
sería de ponderarse debidamente.
El dolo eventual es el menos grave y se ha de aliviar su
pena: el dolo directo y perfecto nace (en la conciencia del delincuente y en su
conducta) con toda su plenitud y desde el principio. No así el dolo eventual:
es mixto porque la conducta no nace o principia en el área dolosa sino en el
área de la culpa (y muchas veces en el área de la conducta lícita) y es después
cuando, si se desarrolla (por medio de una imprudencia tan temeraria que
implica un desprecio por la vida humana) llega al área dolosa. La pena del
homicidio doloso directo, debe ser atenuada al aplicarse a un homicidio con
dolo indirecto: al efecto debe emplearse la justísima interpretación evolutiva
y progresiva en relación con la recién usada (en Venezuela) figura penal del
dolo eventual. Un juez no debe ser esclavo del formalismo ni de la dosimetría
penal en holocausto de la justicia...
En el T.S.J. Angulo Fontiveros advirtió que el dolo eventual
debía ser administrado con un criterio restrictivo sobre la base de la
prudencia y restricción: predicó con el ejemplo porque en seis años sólo
lo propuso en aquella precursora sentencia. Para reforzar su modesta reflexión
invocó la gran autoridad de Claus Roxin, el más grande penalista del mundo,
quien le expresó en email del 7-11-12:
"Dolus eventualis es la forma más débil de dolo y debe castigarse más levemente que una acción intencional o directa de manera premeditada (...) el dolo condicional está muy cerca a la negligencia consciente y la jurisprudencia anglo-americana los resume en una tercera forma de culpabilidad ('recklessness'), que está, según su gravedad, entre dolo y negligencia inconsciente". Agregó que para el Supremo alemán "la culpabilidad se debe valorar más bajo, porque el acusado obró sólo con dolo condicional y no con dolo directo".
"Dolus eventualis es la forma más débil de dolo y debe castigarse más levemente que una acción intencional o directa de manera premeditada (...) el dolo condicional está muy cerca a la negligencia consciente y la jurisprudencia anglo-americana los resume en una tercera forma de culpabilidad ('recklessness'), que está, según su gravedad, entre dolo y negligencia inconsciente". Agregó que para el Supremo alemán "la culpabilidad se debe valorar más bajo, porque el acusado obró sólo con dolo condicional y no con dolo directo".
Sería ideal que la Sala Penal, con la suprema autoridad de la
sentencia que reasumió el dolo eventual, sentara jurisprudencia sobre la justa
proporción con que se debe penar ese modo de dolo.
Colaboración
del Dr. Angulo Fontiveros
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